domingo, 18 de septiembre de 2011

Noche de fiesta - aunque llueva

Caminando bajo la lluvia, canturreaba para mí misma dándome ánimos. Como Gollum, me hablaba también: si llueve, te invito al sol, alma mía, (obviamente el cuerpo iba a tener que seguir mojándose), transformando el verso de aquel poema de acuerdo con el frío momento que entonces pasaba. - Con esta soledad obligada de la independencia, se desarrolla la habilidad de hablar sola, no te asustes.- Una vez llegué; mucha gente. Mucha gente animada. Después de un rato en el piso volamos a la "Ganguet" (así se pronuncia) un chiringuito gabacho a la orilla del Loira presidido por un majestuoso árbol llorón que recogía un poco, lo que al aire libre estaba. Al aire libre, en plein air, bailamos rock&roll music con desenfado. Brillaban las aguas fluviales con el resplandor de la noche. Y así, envuelta en las clásicas luces de colores que estos cuelgan de árbol a árbol como si fueran lianas, me sentí feliz.
Intercambié palabras con indígenas de la zona, la mayoría bastante entusiasmados con la idea de pescar algo, todo hay que decirlo. Aunque ahora que recuerdo, ¿los hombres salían de pesca y las mujeres de caza o era al revés? Solía tener una teoría sobre eso, pero la olvidé. El caso es que su intuición no les guió por mal camino porque obviamente alguna calló. El resto de la tropa seguimos bailando y riendo, saboreando el momento perfecto y el lugar correcto. Una tropa genial, por cierto. La parte femenina, unas chicas de veintipico con las que estuve bailando me cuidaron del frío (aun no llegaron mis chaquetas de invierno) prestándome sus ropas. Hablé con una chica de periodismo que ha escrito (¡y publicado!) un libro de fantasía, con la que comparto todas mis lecturas de adolescente. El bonito sitio cerró hasta abril (final de temporada de verano, ¡una pena!), así que los que quedamos, después de varios intentos de discos frustrados, nos plantamos en el piso de Morgan y Máximo, dos franceses con los que entablamos relación. Sobretodo, Y. con el primero. Allí, duramos poco. Querían reservarse para la visita a los castillos de hoy. Con todo, no sé si alguien llegó a la cita, a las diez y media en la gare. Yo, desde luego, no.

1 comentario:

  1. Todo suena precioso desde tus dedos tecleando. Y que más decir? Encantado de tu belleza y la de tus paseos :)

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