No podía quedarme encerrada en casa a pesar de lo cansada que estaba del viaje, así que me fui con unas amigas a la misa de la catedral. Allí, además de ver la paciencia y ternura de una mamá con su bebé, me contaron una historia muy presente en la cultura americana:
la del cuarto rey mago. Qué bueno llegar al extranjero y que se acuerden y te hablen de tus tradiciones.
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