martes, 17 de abril de 2012
No me gustan las despedidas porque lloro
¿Pero qué pasará cuándo llegue el 2013? ¿Será el año de la buena o de la mala suerte? No se puede saber todavía, porque para eso inventamos el tiempo. Para poder marcar etapas en nuestra vida y poder diferenciarlas. Para saber que pase lo que pase, el tiempo pasará. Para bien o para mal. Como ha pasado este año. Volando. Y nos arrepentimos de tantas cosas. Menos mal que queda ese lienzo en blanco que es el porvenir. Se acaba una etapa de mi vida sobre la que he estado plantando semillitas este año y espero con toda mi alma que me den un futuro lleno de flores. Voy a echar de menos, aunque echar de menos sea una ausencia y las ausencias, como tales, no existen. Tampoco el tiempo. Ya mismo volveremos a vernos.
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