miércoles, 23 de mayo de 2012

De por qué este blog se llama 'grullas'

El primer día, sentada en las escaleras del Hôtel de Ville, sin saber que ese sería el punto de encuentro más de una vez y esperando a un desconocido del que solo sabía el nombre, decidí hacer una grulla de papel. Y al final el desconocido, que ahora es mi amigo D. apareció. Durante el curso hice muchas más grullas de espera. Sobre todo a principios de curso; cuando todavía no sabía moverme muy bien por la ciudad y cualquier rato libre entre clase y clase se acababa convirtiendo en una grulla desde el Loira. También he hecho grullas de decoración. Tantas, que hasta en la cocina aparecían algunas y los visitantes se mofaban de mi obsesión por ese bicho del origami.

En realidad, lo llamé así porque me conozco. Sé que llamarlo Erasmus en Tours o algo por el estilo hubiese sido prometer algo de lo que no iba a hablar. No iba a dar datos útiles - o al menos, esenciales - ni iba a comprometerme a redactar informes semanales con puntos, comas, nombres y apellidos. Así que, ¿qué iba a hacer yo en este blog? Desvariar. Por eso el título es también un desvarío.

Paréntesis en Sevilla


He vuelto al sur para encontrarme con alguien a quien conocí en el norte. T. firmando libros en la feria del libro de Sevilla. ¡Qué alegría reencontrarse!